sábado, 28 de enero de 2012

Toma.

Me gustan los estudiantes. Y me gustan porque me hacen creer cotidianas cosas que sólo lo son ahí, donde pululan y yo suelo localizarme. Me gustan todos los estudiantes. Me gustan mucho los estudiantes de los que me rodeo cada día. Me gustan mis gnomos, y mis hadas. Me gustan. Me gusta el mundo en el que me hacen vivir. Me gusta ordenar alfabéticamente carnés, por apellido. Me gusta el café con un poquito de esencia de vainilla.

Los estudiantes somos casi una subraza. Todos los seres humanos y humanoides que no cumplen con los criterios básicos para pertenecer a ésta (excepto algunas excepciones) han pasado o pasarán por esta agraciada y maja etapa. Me gustan los estudiantes. Somos chistosos.

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