domingo, 3 de octubre de 2010

Un libro, una opinión y otra opinión.

¿Y qué pasaría si quisiéramos vivir nada más que de ideas e ideales?
Vivir en pos de lo que viene, de los que nos queda por alcanzar.
Proceder con la mente virgen y sólida.
Con fe en lo que sabemos que podemos lograr.                                      En todo.


La duda anterior deja caer sus orígenes en cierto suceso de cierta mañana y en otro cierto suceso de cierta tarde. El primero fue un simple intercambio de ideas entre dos personas, el segundo un breve monólogo, en ambos casos los participantes de la situación comunicativa eran cada uno perteneciente a un grado diferente de la escala jerárquica de cualquier institución educacional (sea colegio, en el primer caso, sea preu en el segundo). Cada una ejemplar de un grupo etario diferente, separadas por unos quizá generosamente escasos treinta y cinco inviernos.


Para crear un contraste que defina un absoluto tiene que existir gente que destruya lo que otros construyen. Mientras algunos trabajan en total discreción por la realización de los sueños, otros viven con una predisposición a resignarse frente a lo que no controlan, o creen no poder controlar y crear. Como dijo mi profe de filosofía, somo hijos de los tiempos, pero en esta peculiar relación filial, podemos decidir.


Debemos decidir para que el monstruo no decida por cada uno de nosotros.


El tomar conciencia de la libertad que poseemos nos otorga un poder inconcebible para nuestra realidad. Es una pequeña realidad, pero al fin y al cabo, es la nuestra y la única que tenemos. Es preciso cuidarla, cuidarnos.


Protegernos. 

1 comentario:

  1. Lamentablemente, no todo en este mundo es onírico, no podemos vivir sólo de sueños e ideales. También necesitamos oxígeno y cada tanto unos carbohidratos. Aunque sí estoy de acuerdo con la cita de no se quién que pusiste, si crees que puedes...prueba tu suerte.

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